La dieta que ha cobrado mucha fuerza en los últimos años.

Las masas han puesto de moda este tipo de alimentación y la han transformado en un fenómeno. La pregunta es: ¿qué tanto sabemos sobre este tipo de alimentación? Este plan de alimentación, basado en bajar al máximo el consumo de alimentos ácidos para privilegiar otros del tipo alcalinos, tiene como objetivo regular el pH del organismo para así potenciar sus funciones. Mientras los grandes aliados de esta dieta son las hojas verdes y frutos secos, los principales enemigos son el azúcar y las grasas.

La dieta alcalina es un sistema de alimentación basado en el consumo de alimentos que contengan alta alcalinidad, es decir, principalmente hojas verdes crudas y alimentos bajos en grasas y con bajo contenido de azúcar, que ayuden a lograr que el pH del organismo tenga un nivel de 7,4, es decir, muy próximo al neutro, de acuerdo con una escala de 0 a 14 (bajo 7 es ácido; 7 es neutro y sobre 7 es alcalino). Esto, a largo plazo, provocaría el mejoramiento de las reacciones químicas del cuerpo y, como consecuencia, lo beneficiaría en al menos cuatro puntos fundamentales:

1.- Antiage: el pH normal de la sangre es de 7,36, pero con la dieta ácida diaria (azúcares, carnes rojas, grasas y alimentos procesados) y las funciones metabólicas, baja a menos de 7, generando un organismo ácido (con baja alcalinidad), en el que las células se deterioran precozmente, es decir, se acelera el envejecimiento.

2.- Energizante: los nutrientes que entregan los alimentos alcalinos (potasio, sodio, calcio y magnesio) son una inyección de energía para el organismo debido a que mejoran el funcionamiento celular.

3.- Fortalece el sistema inmune: la sangre acidificada es un medio propicio para que virus y bacterias se hospeden en ella, porque contiene menos oxígeno y se vuelve más espesa, dificultando el transporte de nutrientes y desechos. Las células empiezan a vivir en medios tóxicos. Los nutrientes de los alimentos alcalinos generan justamente lo contrario.

4.- Controla el peso: aunque bajar de peso no es el objetivo de esta dieta, como consecuencia de su implementación se logra una pérdida del porcentaje de grasa. Los cambios, en este sentido, comienzan generalmente a registrarse a partir de la segunda semana.

Por lo anterior, es importante no hacer caso a los siguientes mitos:

1. La dieta alcalina puede alcalinizar el pH de la sangre.

No existe ninguna prueba científica de que una dieta alcalina pueda manipular el pH sanguíneo. El cuerpo siempre va a mantener un nivel promedio. El único propósito de los alimentos alcalinos es ayudar al cuerpo a mantener este nivel con mayor facilidad.

2.  La dieta alcalina afecta el cuerpo.

Esto es totalmente erróneo, pues cualquier dieta que fomente una alimentación sana y promueva el consumo de vegetales es buena para el organismo. En este sentido, la dieta alcalina puede beneficiar al cuerpo y darle sustancias clave para su funcionamiento.

3.  Debemos eliminar todos los alimentos ácidos de nuestra dieta

Esto no es verdad. La base de cualquier alimentación sana es aprovechar los beneficios de distintos alimentos sin importar si son alcalinos o ácidos.

 4. Solo debes seguir una alimentación alcalina

Un error muy común es el de seguir dietas en lugar de un plan nutricional bien planificado. Nuestro cuerpo no puede vivir con un solo régimen alimenticio.

Por eso, es indispensable visitar a un nutriólogo que nos asegure un equilibrio en las sustancias que estamos consumiendo.

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