Un día para reflexionar sobre nuestro pasado para llevar nuestro presente y futuro a un mundo con equidad de género.
– Opinión anónima:
Este tema del valor de la mujer en la sociedad me parece increíblemente importante para definirme a mí misma. En algún tiempo, cuando era más joven, me lamenté de haber nacido mujer pues veía como los hombres obtenían beneficios por el simple hecho de su sexo. Me molestaba ver como la opinión de las mujeres no era escuchada y mucho menos demandada. Como si no estuviéramos ahí, como si fuéramos invisibles. Cuando inicié mi reflexión sobre las diferencias de hombres y mujeres pensaba en la igualdad de género y defendía que los hombres y las mujeres podemos hacer las mismas cosas, pero cada día pienso más en que la respuesta es alcanzar la equidad de género, es decir, aceptar las diferencias innatas de hombres y mujeres, pero valorar cada parte de esta dualidad. Para mí, somos grupos complementarios que nos enriquecemos de las diferencias. Me parece muy importante que se valore cada día más las características femeninas, aunque no son únicamente de las mujeres sí las considero más fuertes en este sexo, por ejemplo: la suavidad, la solidaridad, la apertura, la compasión, la capacidad de ver un problema desde varios puntos, la dulzura, la capacidad de compartir el poder, entre otras.
Aunque aún hacen falta muchos cambios en la sociedad para que las mujeres tengamos más poder de decisión considero que estamos en un momento importante para diferentes grupos que son subyugados. Hay una apertura desde los medios de comunicación para hablar sobre estos temas y eso nos da la oportunidad de preguntarnos a nosotras mismas lo que queremos aguantar, vivir y disfrutar.
Cada día disfruto más el hecho de ser mujer y poder compartir con otras mujeres pensamientos y sentimientos, tenemos una riqueza en nuestra forma de ser, pues nos permitimos ser sensibles en nuestro entorno. Yo nos veo como seres impresionantemente fuertes, resilientes y valientes, que maravillosamente seguimos desarrollándonos y aprendiendo de situaciones complicadas, aunque no gocemos de la gloria histórica que nos merecemos.
¡Sigamos abriendo espacios de diálogo en la sociedad para replantear la valía femenina!
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